Le hizo un par de promesas imprudentes
y así fue que de ella se aburrió.
Las minitas aman los payasos
y la pasta de campeón.
El pibe de los astilleros nunca se rendía.
tuvo un palacete por un par de días.
Rapiñaba montado a los containers,el maldito amor que tanto miedo da.
PR
No hay comentarios:
Publicar un comentario